Los habitantes de esta comunidad se cansaron de esperar por la prometida ayuda contra las inundaciones del
Bajo la consigna "somos seres humanos y no tilapias para vivir bajo el agua", los munícipes paralizan todas las actividades productivas y educativas en demanda del traslado del poblado a un lugar seguro. Además la construcción del tramo carretero que comunique Boca de Cachón con Jimaní; y la asignación de un asentamiento agropecuario.
Este paro afecta el mercado binacional, de Haití y República Dominicana, que se realiza cada lunes y jueves en el puesto fronterizo de Mal Paso, entre Jimaní y Fons Parisién.
Esto debido a que los camiones cargados de víveres y otras mercancías han tenido que devolverse para el municipio de Neiba para llegar al mercado a través de la vía el Limón-Jimaní.
Alejando Florián, quien junto a Iker Medina y Fernando Cuevas, tienen la vocería del Comité Permanente de Desarrollo de Boca de Cachón y la Dirección Provincial, explicó que las lluvias traídas por la temporada ciclónica han desnudado aún más la grave situación que vive nuestra comunidad por la constante crecida del Lago Enriquillo.
Florián dijo que quinientas setenta y cinco familias se mantienen en estado permanente de emergencia y zozobra.
Las constantes inundaciones, agregó, además de potenciar el brote y esparcimiento de graves enfermedades como el cólera, han provocado la pérdida de 10 mil tareas de tierras cultivables y amenazan la vida de sus habitantes.
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